lunes, mayo 26, 2014

Mi crónica de la "Polar Gran Fondo la Mussara"

El pasado sábado 24 de mayo, se celebró la Primera edición de la "Polar Gran Fondo la Mussara". Prueba ciclista, en la que había la posibilidad de completar uno de los dos recorridos propuestos. Uno de 189 km con 3200 m D+, y otro de 97 km con 1600 m D+, de ese modo poder llegar a un público más amplio de ciclistas.
Yo opte por la Gran Fondo y sus 189 km, pese a no haber podido entrenar mucho, quería aprovechar el día y ver como estaban las fuerzas.
Según la previsión del tiempo en los días anteriores, parecía que el sol no iba a acompañar, pero lo cierto es que los nublados estuvieron prácticamente todo el día sobre nosotros.
De 6 a 7 de la mañana recogida de dorsal i maillot, luego a prepararse ya que la salida es a las 7:30h.
Dorsal en la parte delantera de la bicicleta y dorsal en la tija del sillín, listo! Luego toca prepararse y repasar las cosas para no dejarnos nada, manguitos, chaleco, barritas/geles, teléfono móvil, y recambios para posibles pinchazos (yo tuve la suerte de no tener ni uno). Una vez preparado, al cajón azul (primer cajón de la línea de salida), a esperar la señal que nos marqur el inicio.
Nos indican que saldremos en salida neutralizada unos 20 km, ya que debemos cruzar Reus. Esto sería hasta Vilaplana.
Una parte interesante de esta prueba, se encontraba justo al inicio a la ascensión de la Mussara. Un punto donde se daba inicio a la "crono escalada", con recompensa para el más rápido. Por mi parte, aquí convenía no dejarse llevar por la emoción ya que no convenía gastar fuerzas que después pudiesen hacernos falta.
Durante la subida me encuentro con un amigo y vamos charlando un rato, de ese modo la subida se hace más cómoda.
Una vez coronada la Mussara toca bajada, por carretera estrecha y con varias curvas complicadas. En alguna de ellas algún ciclista se salió de la trazada, y acabo envuelto en arbustos, pero sin daños.
Sí algo he hecho en esta prueba ha sido beber, y beber mucho. Pese al día nublado y algo fresco, convenía hidratarse para evitar rampas y calambres. Alguno me dio ese día, sobretodo en las subidas donde era necesario forzar las piernas.
En algunos de los puertos nos encontrábamos niebla, lo que no nos permitía ver el paisaje y disfrutar de las vistas. Los puntos de avituallamiento se convertían en grupos de ciclistas, que buscaban rellenar bidones y comer algo. Los voluntarios muy amables, ayudando a abrir los bidones y dispuestos a ofrecer lo que pidiéramos. Gracias.
Pedalear y pedalear, mucho y rápido. En las bajadas iba con precaución, no quería cometer un error y caerme. Además los frenos de la bici estaban fríos, y la reacción de la bicicleta era un tanto extraña. Esa sensación de que no frena bien, es muy incómoda y no da confianza en el descenso. Por esa prudencia mía varios fueron los participantes que me adelantaban bajando, en mi opinion muchos de ellos tomando riesgos innecesarios. Pero era una pasada verlos pasar, y trazar las curvas. Yo prefiero subir que bajar, así que me reservo para lo primero.
Conforme van avanzando los kilómetros las fuerzas andan algo flojas, las piernas están cansadas y la falta de preparación para la distancia se nota. Por sí fuera poco mis molestias en la rodilla izquierda hace acto de presencia, lo que a parte del tema físico también me afecta mentalmente. Así que la parte final de hace mucho más larga.
Sobre el kilómetro 140-150, rampa pronunciada con un pendiente máximo del 20%, menuda gracias nos hizo a todos. Tocaba poner todas las armas en la bicicleta y subir esa pared poco a poco. Prácticamente toda la subida la hice de pie en la bicicleta, y en algunos descansos (por llamarlos así) sentado y agarrando fuerte el manillar. Vamos, vamos!! Un poco más y ya estas arriba!!
La gente que estaba en la subida animaba, mientras nos daban datos de la distancia que nos quedaba para finalizar la ascensión. Que largo se hizo!
La meta ya estaba algo más cerca así que tocaba aguantar un poco más, y darle a los pedales.
La llegada fue por las calles de Reus, un tramo algo feo, ya que nos metían por calles y rotondas que hacían algo peligroso el rodar.
Tras esto, allí estaba el arco de meta, sólo quedaba cruzarlo y disfrutar de ese momento. El día había sido largo, las molestias en ambas piernas, pero sobretodo en la rodilla izquierda hacia que el llegar tuviese más valor para mi.
- Tiempo final: 7h53'48"
- Posición final: 747
- Velocidad media: 23,68 km/h
Bueno pues, una más para el bolsillo y una prueba más para participar en futuras ediciones.

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